Miles de trabajadores acompañaron la llegada hasta la Plaza 9 de Julio. No hubo respuestas del gobierno provincial y la CTA llama a un paro por 4 días para la semana que viene. El lunes habrá cortes de ruta en la zona norte y el martes una asamblea provincial docente en Eldorado. "Esta experiencia sirvió para fortalecer nuestra lucha y para que muchos colegas se sumen a la lucha" destacaron.
La Marcha por la Dignidad llegó el viernes a la Plaza 9 de Julio después de 6 días de caminata y haber atravesado mas de 300 kilómetros uniendo Puerto Iguazú con Posadas.
Una multitudinaria movilización desde el barrio Santa Rosa acompaño el último tramo al que se sumaron, en la rotonda, trabajadores desocupados, estatales y vecinos.
A poco de andar salio a encontrarlos el obispo emérito Joaquín Piña quien bendijo la marcha y felicito a los docentes que la iniciaron por la valentía y el coraje de pelear siempre por sus derechos.
Para los educadores del norte la presencia de Piña fue un hecho muy significativo "es muy importante encontrarlo acá y que nos salude, muchos de nosotros trabajamos junto a el en la Pastoral Social de Iguazú que fue muy valiosa para nuestras luchas", destacó un docente de Puerto Iguazú.
Una maestra entrego un guardapolvo blanco que lleva firmas, agradecimientos por los años al frente de una diócesis que se mostró siempre cerca de los trabajadores. También se entregaron guardapolvos a la docente de la UNaM Ana María Gorosito y a dos periodistas que colaboraron con la comunicación de la marcha.
Los caminantes llegaron cerca de las 10 a la Plaza 9 de Julio, allí hicieron uso de la palabra varios referentes entre ellos Jorge Cardelli, secretario de Formación de la CTA Nacional quien vino exclusivamente desde Buenos Aires para traer el acompañamiento de la Central. Cardelli, también diputado nacional por proyecto sur presento un proyecto de comunicación en el congreso de la Nación adhiriendo a la Marcha.
"En este momento en la Argentina hay dos conflictos docentes graves, el de Santa Cruz y el de Misiones", sostuvo y pidió al gobierno que presente una propuesta concreta para la resolución del conflicto.
La jornada concluyó con una asamblea donde los docentes explicaron los motivos de la marcha y remarcaron el lo difícil que es volver a sus localidades sin una respuesta después “del sacrificio que implicó para todos nosotros, dejamos nuestras familias, nos expusimos en la ruta con la expectativa de que haya una propuesta concreta del gobierno", destacaron.
El grito de dignidad Docente.
Los caminantes leyeron un documento donde se explica las características de este movimiento que si bien nació en el norte fue sumando presencia de docentes de toda la provincia.
"Nacemos como colectivo auto-convocados, todos somos delegados de las ideas y actos que todos acordamos, nadie nos elige por el voto por que todos consensuamos en debates libres, donde nuestras palabras nacen de la voluntad de expresar construcciones que nos darán felicidad. Como nadie nos paga, nadie nos puede comprar".
A ese poder le decimos que estamos hartos de ser trabajadores con derechos de segunda y deberes de primera.
Por eso decimos basta. ¡Basta! De un sistema educativo para alumnos pobres, maestros pobres y pueblos pobres. Queremos un sistema educativo que nos enseñe a construir nuestra libertad. Nadie más que nuestra organización puede llevarnos a construir esas prácticas que puedan crear y recrearse por encima de nuestras diferencias. Es cierto que entre los maestros existen diferencias, pero todos sufrimos los mismos atropellos, los actos de corrupción, el clientelismo, los salarios en negro, los malos tratos de nuestra obra social, las magras jubilaciones que amenazan los últimos años de nuestras vidas, todos sufrimos la conducta política autoritaria de quienes están al frente del sistema educativo, todos nos entristecemos de ver a nuestros alumnos hambreados y desarrapados, todos sufrimos cuando vemos a nuestros ex alumnos sin trabajo, sin posibilidades de seguir un estudio universitario, migrando a Buenos Aires hacia una villa miseria y los que no van explotados después de trece años de escolaridad en yerbales y pinales, donde les espera una vejez prematura y enfermedades que ya padecieron sus abuelos y sus padres.
La educación hoy no los saca del circulo vicioso de la explotación, que es necesario para que unos pocos se queden con la riqueza que genera esos jóvenes brazos que pronto se vuelven temblorosos por la falta de alimentos y exceso, muchas veces, de alcohol, tabaco y estupefacientes.
Nos preocupa enterarnos que abuelos, padres, alumnos y hasta policías se involucren en el tráfico, como único remedio equivocado por cierto para salir del dolor de tanta explotación. Siempre el maestro compartió lo poco que tuvo y estamos seguros que lo seguirá haciendo, antes que cualquier hambreador plan social. Por esa autoridad histórica que nos da tantos años de solidaridad con el oprimido, es que reclamamos no solo para nosotros sino para todos un salario digno".
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